Sombras Sobre El Trono De La Tierra

Y cuando abrió el primer sello, oí al primero de los cuatro seres vivientes decir con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.”
— Apocalipsis 6:1-2


El Surgimiento de los Precursores

Vivimos tiempos sellados con señales que susurran, otras que claman. Desde las naciones que tiemblan por guerras no declaradas, hasta las mentes capturadas por la maquinaria digital, los acontecimientos de este presente están unidos por una misma esencia: una aceleración sin precedente de fuerzas que trastornan el orden establecido, tanto visible como invisible.

En las últimas semanas, los informes internacionales han documentado un incremento alarmante en tensiones geopolíticas. El conflicto entre grandes potencias como China y Estados Unidos se intensifica en los estrechos del Pacífico; al mismo tiempo, las amenazas nucleares de estados renegados como Corea del Norte no son ya meras advertencias simbólicas, sino preparativos tangibles. La OTAN se reorganiza, y las alianzas emergentes, como BRICS+, desafían el dominio histórico del sistema económico occidental. “Se levantarán nación contra nación…” (Mateo 24:7) no es ya una proyección futura, sino el eco de titulares cotidianos.

A nivel económico, la inflación descontrolada devora los ahorros de las familias en África, América Latina y Europa del Este. Las monedas digitales controladas por los gobiernos, como el yuan digital o el euro digital, avanzan con promesas de inclusión pero traen consigo el espectro de un control financiero total, donde cada transacción puede ser vigilada, censurada o anulada. «Y no podía comprar ni vender sino el que tuviera la marca…» (Apocalipsis 13:17) ya no es una imagen distópica lejana, sino una inquietante posibilidad trazada por la tecnología emergente.

Mientras tanto, la Inteligencia Artificial se asienta como una nueva torre de Babel. Proyectos como el cerebro artificial de Neuralink, la creación de avatares digitales autónomos y el uso de IA en decisiones judiciales no solo redefinen lo que significa ser humano, sino que desplazan el discernimiento moral hacia algoritmos sin alma. El hombre moderno busca inmortalidad sin redención, conocimiento sin sabiduría, y libertad sin responsabilidad. ¿Qué se está gestando en los laboratorios del mundo sino una imitación imperfecta de la creación, sin aliento divino?


La Transformación Moral: Luz Que Se Vuelve Tinieblas

En el tejido mismo de la cultura, se está librando una guerra silenciosa. La redefinición de la identidad —biológica, sexual, espiritual— ha traspasado el discurso académico y se ha convertido en ley social. Niños son instruidos a negar la verdad de su propio cuerpo, mientras se enseña a las nuevas generaciones que no existe una verdad, sino “su verdad”. Las familias se fragmentan bajo ideologías disfrazadas de progreso, y el orden natural es visto como opresión. “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.” (2 Timoteo 4:3)

El entretenimiento, las redes sociales y la música no son meros pasatiempos: son púlpitos de una nueva religión secular. Influencers sin fundamento se convierten en oráculos de masas, mientras el discernimiento es reemplazado por emociones efímeras y manipulación algorítmica. ¿Quién guía hoy el alma de una generación si no hay verdad que la ancle?


Señales en la Creación: La Tierra También Gime

El planeta habla con lenguas de fuego, agua y viento. Sequías sin precedentes arruinan cosechas enteras en África; tormentas de una violencia inédita azotan el Caribe y el sudeste asiático. Canadá ha sufrido los incendios forestales más grandes de su historia. La ciencia los llama “eventos extremos”; pero quien observa con ojos abiertos discierne que la tierra no solo sufre, sino que gime como una parturienta. “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.” (Romanos 8:22)

Y en medio de todo esto, la salud global se ha convertido en un campo de prueba para el control de masas. Tras las secuelas del COVID-19, se discuten pasaportes biométricos de vacunación, bancos de datos genéticos globales, y el uso de CRISPR para manipular la estructura humana. Lo que una vez fue campo de ciencia ficción, hoy se promueve como salvación médica.


¿Qué Está Naciendo En Medio Del Caos?

El que tiene ojos, que vea. El que tiene oídos, que escuche. Porque no es un caos sin propósito, sino una transición profética. No estamos viendo simplemente el colapso de sistemas humanos, sino el desvelamiento de un orden más profundo, preexistente y eterno. Lo viejo está siendo sacudido, no para destruir sin sentido, sino para abrir paso a lo que ha sido preparado desde antes del tiempo.

Estas señales, tomadas en conjunto, no son aleatorias. Son el llamado silencioso del cielo a despertar. La confusión es profunda, sí. Pero más profundo aún es el llamado al discernimiento. Las sombras sobre el trono de la tierra anuncian que los reinos humanos están siendo pesados en balanza, y hallados faltos.


“La historia no pertenece a los poderosos, sino a los vigilantes que saben leer los cielos mientras pisan la tierra con verdad.”


Creemos firmemente que por encima de todo colapso humano, hay un Reino inconmovible que no será sacudido. Nada de lo que acontece está fuera del conocimiento de Aquel que ve el fin desde el principio. Aunque el mundo se desmorone en sus estructuras visibles, hay una mano que guía, corrige, sustenta y redime.

Te exhorto: busca la luz que no cambia, escucha la voz que no se contradice, y permanece firme como atalaya entre los muros de tu casa, tu mente y tu generación. “Estad firmes en la fe, portaos varonilmente, y esforzaos.” (1 Corintios 16:13)

Recibe esta bendición: Que tus ojos no se cierren ante la verdad, que tus pasos no tropiecen en la oscuridad, y que tu espíritu permanezca atento a la voz del Eterno. Que en medio de las sombras, seas lámpara y no eco. Que seas raíz en tiempos de viento, y luz cuando otros pierdan el rumbo.

Señor, despierta en nosotros el fuego del discernimiento, la paz en medio de la tormenta, y la fuerza para no ceder cuando la oscuridad parezca vencer. Haznos fieles en lo poco, y firmes en lo eterno. Amén.


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